A quien no le gusta ir a la última? todos queremos el último Ipod, el plasma último modelo, las zapatillas que están de moda y los tejanos guays. Yo personalmente tengo mi debilidad en las novedades ciclistas... la primera horquilla de suspensión, los frenos de discos, amortiguaciones traseras...
Cuando me compré mi última bici, me dije, esta tiene que ir con tubeless, la gran panacea, cómo no hay cámara, el pinchazo es casi imposible, y si pinchas el liquido sellante se encarga de taponar el pinchazo!! El copón vamos. En todas las revistas (esos adorables panfletos a 3€) te dicen la de miles de kilometros que se hacen sin pinchar y demás lindezas y maravillas del producto, pero cómo tantas veces no es oro todo lo que reluce.
Algo menos de un año después de haber estado usando el sistema, no creo ni mucho menos que sea la panacea ni que merezca la pena abandonar nuestras viejas y queridas cámaras.
Los primeros neumáticos tubeless, unos Bontrager Tubeless Ready, fueron un pufo de mucho cuidado, en menos de 200 kms. los dos neumáticos se habían agujereado sin que el sellante sirviese de mucho.
Tras cambiar a Kenda Nevegal, el resultado fué algo mejor, aunque tampoco ha sido perfecto, el neumático trasero fué agujereado por un cristal. Y el delantero cayó fulminado en un camino de piedras hace un par de semanas. En este caso el problema estuvo en que hacía mucho tiempo que no le puse sellante, ya que se ha de ir reponiendo liquido cada 2 meses aprox.
En fin, el sistema no ha sido fiable, exige un mantenimiento, y resulta caro, ya que los neumáticos son más caros, tienes que comprar el liquido, etc...
En fin, cada cual que tome su decisión, pero mi opinión ya la conoceis...
No hay comentarios:
Publicar un comentario