El descenso nos lleva hasta el pueblo de Tuixén, típico pueblo pirenáico de casas de piedra. Volvemos a ascender poco a poco camino del coll de Josa, a mitad de puerto pasamos junto al pueblo de Josa de Cadí, el pueblo está construido sobre una colina con la iglesia y el campanario en el punto más alto, con las montañas de fondo podría haber servido cómo localización en alguna escena del señor de los anillos, simplemente espectacular.
El puerto mantiene desniveles bajos, sólo los dos últimos kilómetros se complican con rampas que superan el 10%. El recorrido no tiene descanso y volvemos a descender hasta el pueblo de Gósol, dónde hacemos una pequeña parada para refrescarnos y rellenar bidones.
Con casi 80 kilometros en las piernas, parecía que lo más duro habia quedado atrás, sin embargo Marc tuvo la genial idea de desviarnos por el puerto de Pradell para recortar unos kilómetros. El puerto de Pradell en su cara sur esta considerado por algunos cómo el puerto más duro de Catalunya, y en su cara norte no es tan exageradamente duro, aunque ya con bastantes kilómetros en las piernas se hizo eterno, los dos primeros kilómetros al 9 y 10% de media te hacen entrar en calor y aunque los 4 kilómetros restantes tienen medias más razonables todavía aparecen rampas de hasta un 12%, en este punto ya llevaba un rato dándome cabezazos contra el manillar por no haber montado bien el cassette y no poder meter el 28. Finalmente coronamos Pradell a más de 1700m. de altitud creyendo que finalmente lo más duro había pasado.
Comenzamos a descender por la cara salvaje de Pradell, por unas curvas al 18% y más abajo por una rampa de cemento de hasta un 24% de desnivel, en ese punto con la bici botando y con el culo sobre la rueda trasera tenía la sensación de estar bajando una trialera con la mountain bike en lugar de un puerto de montaña asfaltado, desde luego que subir esa rampa debe ser algo más cercano al alpinismo que al ciclismo...
Después de 3 kilometros bajando nos quedaba la "mini" ascensión al coll de Fumanya algo menos de 3 kilómetros, aunque con unas rampas del 18 y 19% que pude superar y una rampa del 23% dónde he de confesar que desprovisto del piñón 28 tuve que bajarme de la bici para subir caminando 50 metros. Tras coronar finalmente dejamos atrás lo más duro del día, la bajada de Fumanya hasta Cercs es vertiginosa, en algún momento superé los 80 kms/h casi sin dar pedales y algunas curvas bastante cerradas llegando desde rampas inclinadas daban incluso vértigo. Finalmente tras superar una zona de falsos llanos volvimos hasta Berga. En resumen un auténtico etapón que podría ser etapa reina de más de una vuelta por etapas. Sin duda una auténtica clásica obligatoria a hacer aunque sea una vez al año.
Galería fotográfica completa:
http://www.dropbox.com/gallery/6658069/1/Berga_G%C3%B3sol?h=6d46b6
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